El duelo en la separación o divorcio

En los últimos tiempos, el porcentaje de parejas que deciden romper su relación, ha ido en aumento. Esas rupturas son debidas a multitud de factores como pueden ser la simple intolerancia, la falta de entendimiento, la agresión, el maltrato, etc.

En el mundo occidental en el que vivimos, estamos expuestos a constantes cambios que influyen en el equilibrio personal de cada uno, y por lo tanto, en la estabilidad de la relación de pareja.

Por lo general, un divorcio o una separación conduce hacia un desequilibrio, a una desestabilidad emocional, en la que aparecen sentimientos de pérdida, abandono y frustración. Surge entonces una pregunta trascendental que da inicio a lo que en psicología denominamos “proceso de duelo”: ¿Seré capaz de seguir adelante?

El duelo, entendido como la reacción psicológica normal ante una pérdida significativa, se define por el conjunto de manifestaciones fisiológicas, emocionales, sociales y conductuales, que surgen como consecuencia de esta pérdida, y que lleva al individuo a sumirse en un dolor profundo, que en muchos casos, impide llevar una vida normal. Esta pérdida se manifiesta, entre otras formas, en llanto, ira, ansiedad, frustración, tristeza, insomnio, falta de apetito, etc. Es entonces donde nos preparamos para asimilar e interiorizar la nueva situación a través de los recursos personales que poseemos.

A continuación describiremos las 5 fases de la Dra. Elizabeth Kübler-Ross, por las cuales todas las personas pasamos con la finalidad de elaborar el duelo y reconstruir la nueva realidad. Cabe destacar que estas etapas son totalmente individuales y que no hay tiempo determinado para cada una de ellas, sino que depende de cada persona. De esta forma, podrás identificar en que momento te encuentras y esto te ayudará a superarlo.

Fase 1. Negación: “No me lo creo”, “no puede ser verdad”. Esta primera etapa de shock es muy defensiva, ya que la persona afectada se niega aceptar la situación de pérdida para evitar el sufrimiento. Aparecen sentimientos de incredulidad, confusión, etc.

Fase 2. Enojo o ira: “¿Porque a mi?”, “No me merezco esto…”. Se trata de una respuesta emocional de rabia, ira, culpa y rechazo al ser consciente de la separación. En esta fase es muy importante exteriorizar nuestra ira de forma adaptativa, por ejemplo, haciendo deporte. También se recomiendan los ejercicios de relajación con respiración profunda.

Fase 3. Negociación: Consiste en idealizar a la persona, en recordar los aspectos positivos de la relación así como del ser querido, minimizando los negativos. En este punto la persona no pierde la esperanza de la reconciliación y se intenta llegar a una negociación. Los sentimientos más frecuentes son la pena y la nostalgia.

Fase 4. Depresión: “Le echo de menos”, “no puedo continuar yo solo/a”. Empezamos a aceptar la pérdida y aparecen sentimiento de tristeza, pena, impotencia, frustración, etc. Sin embargo, es al final de esta etapa donde empezamos a utilizar los recursos personales para disminuir el dolor. El dolor por la pérdida va desapareciendo lentamente y vamos reconstruyendo una nueva realidad.

Fase 5. Aceptación: “No hay marcha atrás”, “Es mejor así”. Esta es una etapa muy reflexiba, en la que tomamos control sobre nuestras emociones y tomamos conciencia de una nueva perspectiva. Se asimila la pérdida y afrontamos el duelo. 

En ocasiones, las personas tenemos dificultad para asumir dicha ruptura y para elaborar el duelo por nosotros mismos, por lo que es necesario pedir apoyo psicológico a un profesional.

Por último, nos gustaría responder a la pregunta clave: ¿Como superarlo?

Aquí te ofrecemos algunos consejos para encontrar tu bienestar:

  • Encuentra un nuevo sentido a tu vida,
  • Busca nuevas actividades satisfactorias,
  • Ocupa tu tiempo,
  • Cuida tu cuerpo: Haz ejercicio, duerme lo suficiente, come bien, etc.
  • Forma nuevas relaciones,
  • No rehuyas hablar de la pérdida con familiares y amigos,

Pero, sobretodo, déjate ayudar. No importa lo triste que estés ahora, lo importante en estos momentos es saber que todo va a cambiar y que con el tiempo y el apoyo de las personas que te quieren, seguirás adelante. Confía en tí.

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