Cómo volver de vacaciones y no morir en el intento
- By Patricia Olive
Vuelven las obligaciones, las llamadas, los mails, el jefe, los niños, el colegio, el tráfico, los madrugones… Con lo bien que estaba yo en el chiringuito de la playa con mi cerveza bien fresquita… Que sí, se hace cuesta arriba, lo sé! Pero hay maneras y maneras de afrontarlo.
El temido síndrome post-vacacional está acechando, te susurra amenazante por la espalda…
El estrés, el cansancio, la desmotivación, la apatía, la irritabilidad, el insomnio, la tristeza, incluso la depresión son algunos de los síntomas que sufren muchos trabajadores tras volver a la rutina después de haber disfrutado de las maravillosas y merecidísimas vacaciones.
En torno al 40% de los trabajadores españoles sufren malestar físico y/o emocional al incorporarse al trabajo, y en muchas ocasiones este fenómeno hace que el rendimiento laboral y la vida familiar y personal se vean afectadas (discusiones, problemas de pareja, etc). Su incidencia vendrá influenciada por diversos factores como la personalidad, la duración de las vacaciones, el apoyo social, el clima de trabajo o con el nivel de satisfacción en la vida cotidiana. Y como dice una amiga, la depre post-vacacional es proporcional a bien que te lo has pasado!
Pero tranquilos, que no cunda el pánico! Estamos hablando de un estado transitorio, suele remitir a los 10-15 días! Así que paciencia…
De todos modos, la prevención siempre es lo más adecuado, así que os dejo algunos consejillos de “supervivencia” para la operación retorno:
1- Tener en cuenta que no somos “superhéroes” y que necesitamos un tiempo de adaptación coherente, por lo tanto, una buena planificación es súper importante.
Programa tu regreso con tiempo, lo ideal es no llegar el día antes de tu vuelta al trabajo. Necesitamos tiempo para adaptarnos al nuevo ritmo, a los horarios de sueño, y sobretodo para acomodar la casa, hacer la compra, poner orden, lavadoras, etc. Por otro lado, si el día de la incorporación al trabajo es un lunes la sensación de depresión puede ser mayor, así que una buena idea es programar la vuelta un día diferente de la semana, el finde estará más cerca.
2- Hay que marcarse objetivos y a la vez poner límites en la vuelta a la rutina, es normal que cueste. La clave es priorizar, hacernos una lista de tareas y establecer un orden menor a mayor importancia para empezar si quieres por las más sencillas y placenteras. También ves alternando y cambiando los “tengo que hacer…” por los “quiero hacer…”. La cuesta arriba será más llevadera.
Por otro lado, y no menos importante, pon límites y aprende a decir “NO”! Cada cosa a su tiempo, paciencia… Frena las presiones y exigencias, las propias y las del entorno. Puede que te resulte difícil negarte pero poniendo límites asumirás más control de la situación y te harás un gran favor si dejas de decir sí a todo y de cargarte con toda responsabilidad existente.
3- Socialízate y disfruta de tu tiempo libre!!! Se supone que sigues siendo persona aunque hayas empezado a trabajar, y que sigue habiendo vida fuera de la oficina.
Fomenta una buena relación con tus compañeros y aprovecha el “coffe break” para hablar sobre como os han ido las vacaciones, desconectarás de las obligaciones durante el ratito de tertulia. Retoma el contacto con amigos y familiares, a los que no has visto durante tus vacaciones. Organiza actividades placenteras en tu tiempo de ocio, sal, diviértete y disfruta! Practica hobbies y aficiones, venga que aún quedan unas semanitas de buen tiempo para seguir disfrutando del sol y la playa.
4- Haz deporte y cuida de tu alimentación. El deporte hace que se liberen endorfinas y serotonina, las llamadas “hormonas de la felicidad” encargadas de mejorar nuestro estado de ánimo. Como yo siempre digo el ejercicio físico junto con las técnicas de relajación son un antidepresivo y ansiolítico natural, ayudan muchísimo a rebajar los niveles de ansiedad y estrés.
Modera el consumo de cafeína y alcohol. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que puede agravar los síntomas de apatía y tristeza, y las bebidas con cafeína, agudizan los síntomas de estrés. Mantén una dieta variada y saludable, te ayudará a sentirte mejor.
5- Piensa en positivo. Gracias a que tenemos trabajo podemos irnos de vacaciones no? Lo importante es la actitud, así que tú decides si empezar con energía o con cara de acelga.
Corta con el bucle negativo, con las preocupaciones y con los pensamientos recurrentes. Cada día nos pasan cosas buenas, fijémonos más en ellas. Agradecer los pequeños detalles nos ayudará a tomar conciencia de todo lo bueno que nos rodea, en definitiva, a ser más felices.
No dejes de dedicar una sonrisa o un simple “gracias” a esas personas que hacen del mundo un lugar mejor.